La salud de los humanos y en realidad de todas las especies del planeta, depende en gran medida del entorno ambiental. El ecosistema tiene un equilibrio perfecto, que cuando se ve alterado impacta en el bienestar de todos los individuos allí presentes.
Durante varios años los científicos se han esforzado por recoger más información sobre la aparente relación entre la salud humana y la salud del medio ambiente, con el fin de encontrar soluciones que disminuyan la incidencia de enfermedades.
A continuación, te explicamos algunos problemas medioambientales y cómo afectan nuestra salud.
La deforestación aumenta la proliferación de patógenos
Hay ciertos patógenos que se restringen a la vida silvestre, por ejemplo, el virus de Nipah, la enfermedad de Lyme y el parásito que causa la malaria, pero cuando se lleva a cabo una deforestación masiva estos organismos se desplazan a nuevos sitios donde puedan encontrar refugio y alimento.
Además, la deforestación implica que algunas especies pierdan la vida y al no estar ellas presentes el crecimiento de otros individuos no se ve regulado de alguna forma, por lo que aumentan notoriamente en número. Esto aplica tanto a animales como a plantas.
Paradoja hambre-obesidad
La producción de alimentos en el planeta actualmente es insostenible. Por una parte, ciertas regiones del planeta cuentan con una escasez de recursos tan fuerte que aproximadamente 850 millones de personas pasan hambre.
Por el contrario, en otras regiones se sobre explota la tierra y el agua para producir cantidades excesivas de alimento que se comercializa a un precio muy bajo, generando obesidad en la población, una condición que termina en la muerte en cerca de 500 mil personas.
La contaminación del aire afecta el desarrollo infantil
La contaminación del aire afecta a toda la población en general, pero sobre todo influye negativamente en el cerebro de los niños y niñas pequeños. Según las investigaciones más recientes de ISGlobal la exposición diaria a cantidades altas de dióxido de nitrógeno (NO2) y hollín (o carbono negro), afectan el desarrollo cognitivo de los infantes.
Estas dos sustancias provienen principalmente del tráfico y de la industria, por lo que es alarmante qué tanto puede afectar el estilo de vida urbano a un pequeño.
Concentración de calor en las grandes ciudades
Las ciudades suelen ser más cálidas que los ambientes naturales, esto se debe a la emisión de gases de efecto invernadero que pueden retener el calor a un punto en el que la temperatura es 10°C más alta. Este fenómeno se conoce como “isla de calor”.
Las altas temperaturas promueven la proliferación de patógenos, afectan las vías respiratorias y facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Contaminación del agua
Actualmente la contaminación del agua genera diarrea, cólera, polio y fiebre tifoidea en cera de 1.000 millones de personas anualmente y se trata de un recurso vital que debería estar en óptimas condiciones.
Lamentablemente, se estima que para el año 2025 la mitad de la población sufrirá de escasez de agua o se enfrentará al problema de conseguir recursos hídricos muy contaminados.
Disruptores endocrinos en el ambiente
Los disruptores endocrinos son sustancias que una vez en el cuerpo modifican la función de las hormonas ocasionando daños en el organismo por deficiencia o exceso en su producción. Las consecuencias son múltiples, desde problemas de fertilidad hasta mutaciones en los recién nacidos.
La industria que genera plástico y trata ciertos metales es una de las mayores fuentes de disruptores en el ambiente debido a que en su proceso productivo o después de este arrojan al aire, tierra o agua sustancias que luego llegan al ser humano por medio de la ingesta, inhalación o contacto.
Es imposible aislar al humano del medio ambiente. Dependemos únicamente de los recursos naturales para subsistir en el planeta y cuanto mejor sean la calidad de estos mejor será nuestra salud.