Si padece tos, dolor en el tórax, le falta el aire puede ser algo más que un simple gripe, es importante poder reconocer los síntomas de una neumonía para atacar la enfermedad a tiempo.
Por supuestos la recomendación es ante cualquier duda asistir al médico, tratar una afección como es está es vital para evitar que avance y provoque sobreinfecciones que puedan comprometer seriamente sus pulmones.
De acuerdo a datos estadísticos que manejan autoridades sanitarias en España, la neumonía está situada en el décimo puesto del ranking como un de las enfermedades que más causan muertes.
Es decir, uno de cada 5 españoles que padece la enfermedad debe ingresar a un centro médico para recibir el tratamiento adecuado.
La clave para que no se produzcan complicaciones es detectar la enfermedad a tiempo. Solo que, en ocasiones los síntomas no son específicos y suelen confundirse con el malestar de un simple refriado o de la gripe clásica.
Algunos de los signos que deben alertarte ante una posible neumonía aparecen en forma de cansancio, fiebre, tos con flema, dolor en el pecho al respirar o al toser.
¿Qué causa la neumonía?
Por lo menos 100 tipos de microorganismos pueden ser los causantes de la neumonía, pero en general en personas adultas la enfermedad es provocada por la bacteria Sreptococcus Pneumoniae.
También puede desarrollarse por algún virus como por ejemplo, la varicela o la gripe, inclusive puede ser causada por hongos sobre todo en aquellas personas con sistema inmune débil.
En ocasiones la aparición de la enfermedad se debe a un conjunto de factores. La neumonía bacteriana puede desarrollarse por la misma bacteria o iniciar por un virus y luego sobre infectarse porque la bacteria aparece.
¿Cuáles son los tipos de neumonía y sus síntomas?
La neumonía puede ser bacteriana o vírica y estos son los síntomas de acuerdo a su tipología:
Neumonía bacteriana: Los síntomas en este caso se presentan de forma brusca, con tos y expectoración purulenta además de fiebre alta.
Neumonía Vírica: En este caso el síntoma más común y distintivo en la tos seca, pero también puede darse febrícula.
Es importante evitar contagio por eso recuerde lavarse las manos con frecuencia si presenta alguno de estos síntomas.
Si usted tiene un refriado fuerte, una gripe que no se cura debe acudir al médico para descartar una infección que se pueda agravar, el especialista tras conocer los síntomas indicará una radiografía de tórax para confirmar el diagnóstico, si es necesario también recomendará análisis sanguíneos.
Con la imagen de rayos X el médico podrá determinar si se trata de una neumonía vírica o por el contrario es neumonía bacteriana.
Lo común es que recete antibióticos si el origen es bacteriana, en general los síntomas mejoran luego del tercer o quinto día de iniciar el tratamiento.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la neumonía?
Lo más habitual es que la enfermedad ceda ante el tratamiento, sin embrago existe siempre la posibilidad de complicaciones con consecuencias serias.
Una de las complicaciones es llegar a sufrir derrame pleural, se acumula líquido entre la membrana que rodea los pulmones conocida como pleura y la pared interna de la caja torácica.
La aparición de abscesos también es una complicación grave. El pus que se aloja en los alveolos se embute, para eliminarla se prolonga el tratamiento con antibióticos.
La complicación más grave ocurre cuando la infección pasa a la sangre con la posibilidad de una enfermedad como la meningitis.
Las personas con más tendencia a padecer neumonía son los adultos mayores de 65 años de edad, los niños menores de 5 años, quienes tienen sistema inmune debilitado y los fumadores.
Este grupo debe tener mucho más cuidado y saber reconocer los síntomas de la neumonía para atacarla a tiempo.
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